UN NUEVO LIBERALISMO
UN NUEVO LIBERALISMO
La exVicepresidenta del Reino de España, hace unos días, ha sentado cátedra en Latinoamérica, a través de importantes parlamentos en distintos países. Después de las “ordenes” que había dado a la justicia, ahora nos deleita sobre un nuevo concepto del liberalismo, mejor que no cite al “estatalista” Rubalcaba, hoy me he levantado “sano”. En la “maravillosa” capital Brasilia, construida después de arrasar todo lo que se encontraba de por medio, nos dice que la culpa del cambio climático la tiene la concepción “depredadora” del neoliberalismo económico imperante durante las últimas décadas, “una base construida sobre el individualismo extremo (debe ser mucho mejor el colectivismo extremo), el egoísmo y la irresponsabilidad elevadas a la categoría de virtudes sociales económicas; el liberalismo para la exVice tiene “una mirada insaciable a la que el planeta le parece insignificante”. Creo que por esas ideas se ha cambiado su “rostro”
Liberalismo, cara exministra del Reino de España (como dice el anuncio: mi casa es la republica independiente) quiere decir capitalismo y mercado y nada más. Liberalismo quiere decir libertad económica y política, propiedad privada e imperio de la ley. Como manifiesta Hayek, hay una trinidad inseparable de la civilización: la legalidad, la libertad y la propiedad; y esos son los pilares que sostienen la filosofía liberal. El expresidente del Reino de España, ZP, al principio de su mandato también hablaba de liberalismo, por suerte para los españoles ya no esta en el gobierno, pero tampoco en los Tribunales y nos dejo a Rubalcaba. Por eso Vargas Llosa decía que hoy todos somos liberales, lo que equivale a: nadie es liberal. A lo mejor la exVice nos quiso hablar de un liberalismo aristocrático, de un liberalismo extremo, de un liberalismo de caviar o de un liberalismo malgré lui. La liberad es toda ausencia de coacción (hasta con los 400 euros y la corrupcion, utilizan la coacción) arbitraria o de obstáculos para la acción que permite gozar pacíficamente de la independencia privada; ningún poder humano dictará la conducta de un hombre libre No me hablen de “ayudas” (5 millones de parados), hábleme de crear trabajo; eso es lo social. Espero que Rajoy deje de ser socialdemócrata. Más mercado y menos impuestos. Para amar la libertad y la tolerancia no es preciso destruir la verdad.
Un autor liberal diría que el liberalismo se halla tan lejos del intervencionismo de marchamo progresista como del conservadurismo. El primero reprocha al liberalismo clásico ser una filosofía política conservadora en cuanto se opone a una filosofía de la historia que considera al Estado como el realizador de la idea de progreso. El segundo reprocha al liberalismo, especialmente a sus posiciones individualistas y antiestatalistas, el haber fomentado el proceso de decadencia y disolución de la comunidad política llamada Estado. El fin del orden político es la libertad: para el verdadero liberal, la libertad es siempre un fin, nunca un medio. La política es filosofía en acción. La conducta ética exige coherencia con los propios principios. No se puede tener un gobierno, como bien decía en un brillante artículo el profesor Asencio, en que pretende prohibirlo todo. Eso si, hasta quiere prohibir la creación de empleo. El mejor criterio para juzgar si un país es realmente libre es el grado de seguridad de que gozan las minorías.
El profesor Ralf Dahrendorf manifestaba que la democracia es una forma de vida, y que hay dos condiciones fundamentales de la misma y que forman parte del núcleo más propio del orden liberal: la sociedad civil (¿Dónde está, donde se encuentra?) y el imperio de la ley. La sociedad civil es la sociedad de las asociaciones, de las agrupaciones libres de personas. Los vínculos creados por las asociaciones constituyen el mundo de la vida; su existencia hace que el estado, la política, no sea lo único realmente importantes; si la democracia carece de la sociedad civil, o no tiene raigambre o se le exige demasiadas cosas.
El imperio de la ley, es otro de los presupuestos del orden liberal, y su complejidad no es menor que la de la sociedad civil. Donde falla la democracia, la rule of law representa una retaguardia absolutamente indispensable. El Estado nacional y la democracia parlamentaria de corte clásico sigue siendo la columna vertebral del orden de la libertad. Si no hay confianza, el mejor sistema jurídico no sirve de nada; pero el mundo anómico no fomenta precisamente la confianza. El profesor Neira, nos decía que España no ha tenido nunca una democracia real, sino un régimen parlamentario, que es muy distinto. Polibio advertía: el nombre más bello de todos es la libertad y democracia, pero la denominación de la realidad será lo peor, la demagogia.
En volver al mundo real significa afirmar la libertad, los derechos fundamentales, la dignidad del ser humano, la democracia, la igualdad de oportunidades. Pero también significa aceptar y afirmar la autoridad, la seguridad, la ley y el orden, el individualismo, la economía de mercado, la propiedad privada, la gestión de los intereses, el egoísmo, el afán de lucro, un cierto grado de desigualdad. Durante 8 años hemos vivido la “tentación” estatal. Es nada bueno creerse que uno es el centro del mundo y que todo sucede por indicación suya. Ya decía Dante, no hay mayor dolor que recordar el tiempo feliz en la miseria.
Agustin Villanueva
Profesor Honorífico de Economía Aplicada UMH
2012 / 03 / 08
6 comentarios
Rosa Mª Arias -
Eduardo Ruiz -
JESUS RUIZ -
carlos Rodriguez Braun -
Un abrazo,
CRB
----- Mensaje original -----
Salvador Forner -
Un abrazo,
Salvador
Ramon Sancho -
From: a.villanueva@umh.es