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Agustín Villanueva

LA ECONOMIA, EL RAYO QUE NO CESA

                          Evidentemente, no hay mas ciego que no quiera ver y mas sordo que no quiera oír. Ejemplo de todo esto es el gobierno del Reino de España (vamos a tener que declarar la republica independiente de mi barrio) que a pesar de los datos económicos malísimos de cada mes quiere ignorar que desde 2007 no ha intentado tomar una  medida “normal” de  Política Económica. ZP es como el rayo que no cesa, y los españoles siguiendo al poeta Miguel Hernández podemos decir, un carnívoro cuchillo de ala dulce y homicida sostiene un vuelo y un brillo alrededor de mi vida (de nuestras vidas). Pero al fin podré vencerte, ave y rayo secular, corazón, que de la muerte nadie ha de hacerme dudar.

    La situación actual pasará, pero se llevará por delante a muchas personas, a muchas ilusiones perdidas, pero amigo asi es la rosa. Los socialistas, y ya lo decía Von Mises, consiguen primero dificultar, mediante intervenciones de toda clase, el normal funcionamiento del sistema capitalista que, sin ellas, marcharían bien; a las dificultades creadas por la intervención responden con una nueva intervención; cuando finalmente, el capitalismo, abrumado por ellas, no pueden funcionar, dicen que es un mal sistema económico y logran que lo crean un buen número de personas. La verdad es lo contrario, lo malo lo son las intervenciones socialistas. El capitalismo es bueno. Como dijera J.A. Schumpeter, el capitalismo necesita periódicamente de “una destrucción creativa” que lo purgue y le permita salir de la crisis para continuar generando desarrollo, crecimiento y bienestar; que la economía y el capitalismo no son morales ni inmorales per se, sino que son amorales porque se sitúan más allá de la moral. La libertad económica es necesaria para la libertad política y que no hay democracia sin capitalismo. Tenemos que recordar que hay que perder la libertad para valorarla, pero es muy triste esa evidencia.

    Cuál es la situación actual del Reino de España. La primera pregunta que nos tenemos que hacer es si el Presidente es consciente de la situación real de nuestro país; la segunda si esta convencido el presidente de que las medidas, tipo PER a nivel nacional, que esta tomando son las únicas que él y sus colaboradores están dispuestos a darnos; si ante la emergencia económica que tenemos  va a llamar a consulta a los lideres de los más importantes partidos del Reino de España( ya sabemos que los PER los acuerda con IU-ICV, ERC, BNG y Nafarroa Bai); si esta muy tranquilo, el presidente, con que los impagos de empresas en concurso provocan el cierre de 300 Pymes al día; si esta feliz, el presidente, con que el paro asciende a 4,1 millones de personas, de los cuales el 38% son jóvenes que no tienen trabajo; si va a dejar usted de filosofar ( bueno más quisiera yo que filosofara) o soñar que la situación la va usted a “medio” arreglar; cuando, el presidente, va a dejar de hacer populismo, que además no es una ideología( que tanto le gusta) sino es aquel que se limita a un discurso demagógico y que remueve y promueve sentimientos, emociones, temores, odios y deseos de los pueblos con el objeto de alcanzar y conservar el poder; si, al presidente y a su gobierno, no le tiemblan las piernas al ver que los números rojos del estado se multiplican por cinco, y el superávit de la SS se redujo un tercio y las cotizaciones cayeron el 2,2%; etc.

    Presidente del Reino de España, menos economía sostenible y pónganse a cambiar el modelo de España que sea más productivo, más competitivo y más flexible. En la gran crisis, bueno esta no se le anda a la zaga, Keynes dijo que era necesario relanzar el consumo para salir de la crisis; esta propuesta, como bien señala Sorman,, que no podía más que seducir, lamentablemente ha fracasado cada que vez que ha sido aplicada, en particular después de la crisis de 1973; cuando la oferta es insuficiente, el aumento del poder de compra se traduce siempre en un incremento de los precios. Según la lógica de la oferta, sólo el aumento de la cantidad de trabajo, de la oferta, conduce a un incremento de la producción; el nuevo crecimiento así inducido permite al Estado recaudar impuestos a una tasa más baja, pero sobre una riqueza mayor. Es este caso, dice Sorman, el estado gana tanto como los trabajadores. Es posible y deseable  bajar impuestos sin arruinar las finanzas públicas debido a la dinámica positiva de esta reducción. Presidente, la economía obedece a leyes y no al poder discrecional de los Gobiernos. Junto con un gran pacto de Estado con los más importantes líderes de la oposición (bastarían dos como en el País Vasco que deben presentar casi el 90% del Parlamento español), usted Presidente debería decirnos: españoles lo mejor ya ha pasado.

 

 

                                                            Agustin Villanueva

                                                            Profesor Honorífico de Economía Aplicada de la UMH

                                                                           2009 / 09 / 13

 

 

1 comentario

F. Poveda -

Agustín: He leído tu artículo y en él hay muchas cosas que comparto. En todo caso, la ironía no siempre es del agrado de todos, y sí que se entiende por quienes tienen sentido común y del humor, al menos en prensa escrita, quizá no tanto en la radio en donde las palabras pasan y no quedan impresas.

Pero, como es lógico y no podía ser de otro modo entre dos economistas con líneas de pensamiento distintas, no coincido contigo en otras cosas, aunque respeto tu opinión y las de los maestros clásicos que citas. Creo que cada actuación, cada juicio, cada proceder, ha de venir referido al momento, a la situación coyuntural. Y en estos tiempos desgraciados en los que nos encontramos y en los que una gran culpa es del Gobierno ¡qué duda cabe¡ no coincido contigo en que las Administraciones públicas deban reducir su actuación. Deben gastar, pero bien, y no solo el gobierno central, si no también el autonómico y el local, porque el sector privado en tiempos de crisis, especialmente el que puede obrar, se contrae, y queda encapsulado en su nido.

La dignidad de los impuestos debe recuperarse. No cabe vivir en constantes rebajas fiscales, y es en estos tiempos cuando se necesita que nos pongamos al día corrigiendo injusticias fiscales, subiendo algunos tipos, bajando otros, porque nuestro sistema, fruto de muchos gobiernos de uno y otro color, contiene mucho desorden, mucha inequidad, como apuntaba el domingo.

En fin, tendremos ocasión de hablar sobre ello en una próxima ocasión en que nos veamos personalmente.

Gracias por tus comentarios