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Agustín Villanueva

BOTAD MALDITOS, BOTAD

                          BOTAD MALDITOS, BOTAD

 

    Los partidos políticos cada cuatro años nos llaman a votar, y menos mal, porque sino seria un desastre y no existiría la democracia. Pero que pasa durante esos cuatros años, y sobre todo en el caso de España en estos últimos cuatro años, que no nos hacen ni caso y nos hacen botar, hipotecar, arruinar y sin derecho a hacer absolutamente nada. En definitiva, nuestra sensación es que solo les valemos, primero para pagar impuestos y segundo para votarles al vencimiento de sus mandatos.

    En mis clases de Política Económica o en Deontología Periodística y Comunicación explicaba a mis alumnos la importancia que tenemos los ciudadanos en la elección de un producto. En ese momento somos los reyes del consumo, con nuestro voto de compra decidimos lo que queremos comprar. Por qué no nos sentimos de esa manera a la hora de votar, y sobre todo si nos se han hecho las cosas como nosotros queremos. A la hora de votar, no de botar, los políticos se “retuercen” ante la importancia de nuestro voto. En ese momento los políticos se hacen los “danzarines”, los vendedores de lo que no nos han dado durante los últimos cuatro años. Y nosotros, los votantes no los botantes, tenemos que decirles: pero no saben que nos han puesto una chimenea en la espalda por culpa de sus malas medidas gubernamentales

    La experiencia nos dice que cada vez que el sector público emprende una actividad, rara vez la termina. Lejos de justificar las esperanzas, la actividad suele tender a expansionarse exigiendo la adjudicación de un presupuesto mayor, en vez del recorte o supresión del mismo. Los votantes, debemos decir no me cuenten más películas que ya me han contado muchas, y lo triste que no solo eran mentiras sino que nos han endeudado, por lo menos para cuatro años. Recuerdo una famosa frase, bueno una de las muchas de Zapatero, que nos dijo: la respuesta no va a venir de los liberales sino de los socialdemócratas. Si algo lo podemos tener claro es que recurrir  a la continua apelación al gasto público es la incapacidad de cualquier gobierno para implementar otro tipo de medidas para combatir la crisis. Los que botamos queremos medidas liberalizadoras y sobre todo rigor presupuestario.

   Una sociedad, como decía Milton Friedman en su libro Libertad de Elegir, que anteponga a la libertad la igualdad – en el sentido de los resultados- acabará sin una ni otra. El uso de la fuerza para lograr la igualdad destruirá la libertad, y la fuerza, introducida con buenas intenciones, acabará en manos de personas que la emplearán en pro de sus propios intereses. Una sociedad que ponga en primer lugar la libertad acabará teniendo mayor libertad y mayor igualdad. Una sociedad libre desata las energías y capacidades de las personas en busca de sus propios objetivos. Y esto es lo que impide que algunas personas puedan arbitrariamente aplastar a otras. Cari amici, libertad significa diversidad, pero también movilidad. El poder publico, ejérzalo un autócrata o el pueblo, no puede ser absoluto, sino que las personas tienen derechos previos a  toda injerencia del Estado. Cuando votamos cada día en el super, conseguimos exactamente lo que hemos votado. Y lo mismo ocurre con todas las demás personas. La urna de las votaciones da lugar a un sometimiento sin unanimidad; el super, por el contrario, a una unanimidad sin sometimiento.

    No pertenezco a ningún partido, y desde la UCD no he votado en el sentido real de votar, pero en las últimas autonómicas y municipales si lo hice, y sobre todo, recién operado de la espalda, no quería seguir botando, no me lo permitía ni mi coeficiente mental ni mi espalda. Ahora si votare, y no tendré que taparme la nariz, sin tapármela el país huele de todo, pero eso si a nada bueno.

 

 

                                Agustin Villanueva

                                Profesor Honorífico de Economía Aplicada de la UMH

                                        2011 / 11 / 11

2 comentarios

Pilar Mondejar -

Hay que conseguir nutrir las filas del liberalismo con nuevos talentos con ganas.

Un saludo Agustin le sigo a menudo.

Jesús Ruiz -

Agustín, nos hacen botar pero no nos pueden obligar a votar. El poder es del ciudadano pero la varita mágica no la sueltan. En breve espacio de tiempo(ya llevamos cuatro años), nos daremos cuenta que los modelos de representacion en democracia absorven la mayoría de los recursos. Estos quiere decir que los partídos políticos son necesarios, pero no tanto como para estar tan lejos del ciudadano fuera de campaña.
Saludos maestro.