Blogia
Agustín Villanueva

LOS FAISANES Y LA JUSTICIA

    En mi programa “Entrevista en Libertad” de la semana pasada he tenido que entrevistar a un magnifico magistrado, Luis A. Soler, e hicimos un largo recorrido por la situación actual de la justicia: jueces, Asociaciones, CGPJ, Tribunal de Marcas, etc. Resulta curioso resaltar de entrada que los jueces son jueces, son independientes y todo lo demás es la política que trata de “enfangar” todo. Lo que resulta clarísimo es que lo mejor era la situación de 1985, pero el PSOE a través de Alfonso Guerra anunció la muerte de Montesquieu y tratara de acabar con la independencia del Poder judicial.

    En una brillante lección magistral el profesor Ricardo Gómez Rivero al hablar de los jueces del pasado y el pasado de los jueces exponía que en los diversos textos legales del s.XIII el rey es antes legislador que juez, alterando el orden tradicional. Si embargo, esta primordial función legislativa no empaña la imagen habitual del rey juez: “Te los santos dixeron que el rey es puesto en la tierra en lugar de Dios para cumplir la justicia e dar a cada uno su derecho. La justicia que se debe “facer ordenadamente por seso e por sabiduría”, se alejó cada vez más de las convicciones jurídicas populares, debiendo ser interpretada por “sabidores del derecho”, hombre buenos conocedores de los fueros y de la legislación del rey, pero también del nuevo derecho culto romano-canónigo, Desde entonces la justicia del rey tendió a hacerse más libraria y técnica. En ésta época se establece una jerarquía judicial que comporta un sistema organizado de recursos que llega en última instancia al propio rey o a los oficiales de la Corte que los representa”. Las partidas consagraran la competencia exclusiva del rey en la designación de los oficiales de justicia. El orden judicial establecido por Espéculo y Partidas iba desde el adelantado mayor de la Corte del rey o sobrejuez a los jueces y alcaldes de las villas y ciudades, pasando por los a alcaldes de Corte y los adelantados de las merindades.

    Creo que no tenemos que volver a “Los Jueces del Pasado y el Pasado de los jueces” para los requisitos de la selección de los jueces: a) requisitos físicos: ceguera, sordera, la mudez, enfermedad física o mental; requisitos éticos: temeroso de Dios, amador de la verdad para inquirirla y buscarla, enemigos de la avaricia, sobrio en su vivir, grave y reposado, modesto, honesto, manso, casto y justo; requisitos sociológicos: no ser clérigo, haber cometido ciertos pecadillos contra la moral de la Iglesia, casarse con pariente sin licencia, casarse con una monja,etc; capacitación profesional: a partir del s.XIV se exigirá la titulación universitaria. A veces podemos comprender lo que decía Francisco de Quevedo, que siempre estuvo envuelto en pleitos, cuando llamaba a los jueces faisanes y criticaba su codicia y venalidad diciendo que hacían bizcos a los tuertos.

   Hoy tristemente nos quieren decir que hay jueces dependientes, independientes, oradores, conferenciantes, corredores, conservadores, muy religiosos, políticos de la APM  por cierto el 30%, de Francisco de Victoria un 11%, Jueces por la democracia un 10%, Foro independiente 5%, y No asociados el 44%. Pues miren ustedes antes de 1985 solamente había Jueces y Jueces, pero el PSOE los ha querido convertir en todo lo que no quieren ser los jueces. Los Jueces son Jueces y punto pelota. Como dice Carlos Carnicer en el ABC lo que se hace  necesario es regenerar el Poder Judicial, y no buscar la politización partidista de la Justicia. Bastiat manifestaba que la Justicia y el Mercado (el Mercado sin lastres y la Justicia independiente) son el abracadabra de la prosperidad y la riqueza.

    En el Sueño del Juicio Final, Francisco de Quevedo, el yo descubre a un juez en un arroyo y le interroga: A mi lado izquierdo, oí como ruido de alguno que nadaba y vi a un juez, que lo había sido, que estaba a medio del arroyo lavándose las manos, y esto hacía muchas veces. Llegué a preguntarle que por qué se lavaba tanto y díjome que en vida, sobre ciertos negocios, se las habían untado y que estaba porfiando allí por no parecer con ellas de aquella suerte en la residencia universal. Y en Alguacil a la pregunta del licenciado Calabrés: Luego ¿jueces hay algunos allá?, responde el diablo: ! Pues no! , los Jueces son nuestros faisanes, nuestros platos regalados y la simiente que más provecho y fruto nos da a los diablos; porque de cada juez que sembramos cogemos seis procuradores, dos relatores, cuatro escribanos, cinco letrados y cinco mil negociantes y eso cada día. De cada escribano cogemos veinte oficiales; de cada oficial, treinta alguaciles; de cada alguacil diez corchetes. Y si el año es fértil de trampas, no hay trojes en el infierno donde recoger el fruto de un mal ministro.

    Luis Antonio, Fernando de Rosa (mi alegría ha sido inmensa por tus nombramientos, te lo mereces y se lo merece nuestra Comunidad Valencia, lo harás muy bien),  De la Rua, Antonio Gil, Alberto Facorro etc., muy bien por los jueces, jueces. Fiat iustítia et péreat mundus.

 

                                                Agustín Villanueva

 

                                                 Profesor de Análisis y Evaluación Política UMH

                                                           2008 / 09 / 25

   

 

 

 

 

0 comentarios