HALEMOS DE POLITICA ECONOMICA
HABLEMOS DE POLITICA ECONOMICA
Hoy nuevamente nos toca hablar de economía. Ya es demasiado hablar de discursos políticos y de mentiras. En mi programa, “Entrevistas en Libertad”, y ante una pregunta que le hacia a un invitado, recordé una contestación de Karl Popper a Pedro Schwartz acerca de si aconsejaba a un político mentir o no en una campaña electoral, y esto es lo que él contestaba: Sólo los estúpidos mienten. Aparte de que por supuesto la mentira es inmoral, los que mienten creen que son más listos que los demás, que llevan por mentir la delantera a los demás. Y esta creencia en su superioridad es señal de su estupidez.
En la última campaña electoral, la mentira se convirtió en casi el eje central de los discursos, y no digamos cuando se hablaba de economía. Incluso se llego a declarar “antipatriotas” y “crispadores” a los que no opinaban lo mismo que el anterior gobierno del PSOE. Revel, manifestaba que aunque en las ciencias sociales la frontera entre la mentira flagrante y la deformación ideológica más o menos consciente, que constituye un fenómeno diferente, es bastante vaga, podemos hablar de mentira cuando nos ocupamos de una falsificación palpable de cifras, de datos, de hechos. En el mes de octubre de 1997, preguntaba que ante la actuación de los bancos centrales inyectando liquidez y despertar de nervios ante una crisis de liquidez, ¿estamos ante una crisis de liquidez? ¿Una crisis financiera? ¿Burbuja inmobiliaria, Crisis bursátil mundial? ¿Pánico en el parqué?,….. Todo el mundo estaba preocupado, pero nosotros la tierra de los “antipatriotas” y “crispadores”, éramos felices porque según el gobierno nuestra economía era la mejor, éramos la milk. Por tanto los empresarios confiaban, querían creer que era verdad, hacían sus planes, y luego, prometer, hasta… ganar.
Generalmente, cuando empieza la deuda, después de un período de precios más o menos estable, el público confía en que los precios sigan subiendo. Piensa que el aumento es temporal y espera que los precios bajarán posteriormente. Por consiguiente, tiende a subir sus reservas monetarias y el incremento de los precios es menor que el incremento de la oferta monetaria. Luego, a medida que el público comprende poco a poco lo que está sucediendo, tiende a reajustar sus reservas, si las tienen. Los precios suben entonces más en proporción a la oferta monetaria. Pero nuestro gobierno nos decía que la deuda, la “crisis” interna estaban, tocando techo (lo que no nos dijo era cuál era el techo) y comenzaría a moderarse muy pronto, o sea en 2014. Y sigue, y sigue…., de la misma forma que suben los gastos hay que “crecer”. De la suave desaceleración que nos decían se esta convirtiendo en una proyección de fuerte caída del crecimiento, bueno si existe el crecimiento. Todos sabemos que la deuda (solo de intereses son 30.000 millones de euros) es una enfermedad, peligrosa y a veces fatal, que si no se remedia a tiempo puede destruir a una sociedad. ¿Esta destruida la sociedad?
Cuál es la situación actual de nuestra economía: la crisis nos sitúa al borde del abismo; problemas de cobro de los préstamos concedidos por las instituciones financieras; los costes financieros aumentan ; incremento en el paro, y lo que aumentará; se cree que si el ajuste es muy brusco podíamos encontrarnos con más de 6 millones de parados en 2012; el Gobierno teme que la economía acabe 2012 con el mayor retroceso desde 1993 ;los empresarios manifiestan que las suspensiones de pagos en cascada de empresas si la banca no es más flexible y no vuelve abrir el grifo ( pues buena esta la banca); las insolvencias entre las “cajas” es manifiesta, que dicen ahora los políticos y los sindicalistas culpables, etc. Conozco un chiste no reproducible aquí, que ante la defensa que hacía una madre sobre la acusación que hacían a su hijo, éste le dijo: mama no sigas que perdemos el juicio.
Nos gustaría describir este panorama, NO. Pero tristemente esto es la realidad, y lo malo que la última actuación de nuestros parlamentarios en las Cortes ha sido de juegos florales, aquí no pasa nada. Pues que se besen. Como dicen en las elecciones italianas, una política que solo seduce conduce al aburrimiento. El presidente Rajoy, ahora gira hacia el pesimismo sobre la situación económica: “nadie puede garantizar lógicamente en estos momentos o establecer una previsión exacta sobre el alcance de la desaceleración”. Si usted no lo sabe, pude preguntárselo a los que comienzan a estar en el paro. Señor presidente, cuidado con el aumento del gasto público, porque asegurar que el aumento del gasto público se va a convertir directamente en un aumento de renta es una falacia, ya que este aumento se detrae del sector privado a través de impuestos, por lo que el resultado final será una nueva composición del gasto total pero sin variación en el volumen del gasto.
Agustin Villanueva
Profesor Honorifíco de la UMH
2012 / 06 / 26
2 comentarios
Eduardo Ruiz -
Nuria Jurado -
Nuria
"Sigue el sendero del corazón. Somos alquimistas del Universo e indígenas en la Selva de la Tierra"