EUROPA UN PROBLEMA ETICO Y ESPIRITUAL
EUROPA UN PROBLEMA ETICO Y ESPIRITUAL
Europa ha tenido un feliz día el 9 de mayo. ¿Estamos para felicitaciones? ¿Podrán seguir existiendo la cultura y la civilización europea sin la religión? Manifestaba un escritor que Europa (España, por supuesto) ha prescindido de la Providencia y desconfían de la Fortuna y el azar; solamente esperan que el Estado, y ahora en tiempos de crisis económica mucho más, les asegure minuciosamente sus vidas. Así también señalaba el gran europeísta Jean Monnet, que aquellos que se niegan a emprender nada por falta de garantías de que las cosas irán como ellos han decidido previamente se condenan al inmovilismo. Nadie puede decidir hoy la forma de la Europa en que viviremos mañana, pues el cambio que nacerá del cambio es imprevisible. El mismo Benedicto XVI manifestaba que para crear una unidad nueva y duradera, ciertamente son importantes los instrumentos políticos, económicos y jurídicos, pero es necesario también suscitar una renovación ética y espiritual que se inspire en las raíces cristianas del continente, de lo contrario no se puede construir Europa.
Europa parece vaciada por dentro, paralizada por una mortal crisis circulatoria, forzada por así decirlo a someterse a trasplantes, que sin embargo tendrán que anular su identidad. En una conferencia del Papa en Berlín, manifestaba que a ese morir interno de fuerzas sustentadoras del espíritu se une que, también desde el punto étnico, Europa parezca en vías de extinción. Los niños, que son el futuro, son vistos como una amenaza para el presente; se piensa que nos quitan algo de nuestra vida. Ya no se les percibe como esperanza, sino como límite del presente. Se impone la comparación con el hundimiento del Imperio Romano decadente que aún funcionaba como gran marco histórico, pero que, en la práctica, vivía ya por obra de los que iban a liquidarlo, porque no tenía energía vital en si mismo.
La crisis de Europa es la crisis de la democracia en Europa; para los padres de la unificación europea, Adenauer, Schuman, De Gasperi, la identidad de Europa para que tenga futuro y la podamos respaldar esta claro que ese fundamento existe y descansa en la herencia de lo que el cristianismo había hecho en nuestro continente. Los padres de la unificación europea tenía claro que las dictaduras nazi y la de Stalin se basaban en la creencia de crear un hombre mejor, un hombre nuevo, y transformar el mundo malo en el mundo bueno que surdiría del dogmatismo de la propia ideología. El entusiasmo inicial al retorno de la herencia cristiana se ha esfumado rápidamente, y la UE se ha llevado a cabo casi exclusivamente en aspectos económicos, dejando a un lado en gran medida la cuestión de los fundamentos espirituales de nuestra UE. Sucham decía que la democracia sería cristiana o no sería; a estas alturas tenemos claro que la democracia europea ha rechazado el cristianismo o que el cristianismo no ha sabido encauzar la democracia: ni democracia ni cristianismo. No se si llegaremos a ser Eurabia como escribía Oriana Fallaci, o este relativismo y laicismo nos llevará a que Occidente no vea más que lo cruel y destructor de su propia historia, y no pueda percibir ya lo grande y puro que hay en ella.
En la Declaración de Derechos Fundamentales se expone que en la conciencia de su herencia religiosa-espiritual y moral, la UE se fundamente sobre los valores indivisibles y universales del ser humano: la libertad, la igualdad y la solidaridad. Para Günther Hirsch, esos derechos fundamentales no son ni creados por el legislador ni concedidos a los ciudadanos, sino que más bien existen por derecho propio y han de ser respetados por el legislador, pues se anteponen a él como valores superiores. Esta vigencia de la dignidad humana previa a toda acción y decisión política remite, como indica el Papa, en última instancia al Creador: sólo Él puede crear derechos que se basan en loa esencia del ser humano y de los que nadie puede prescindir. En este sentido, aquí se codifica una herencia cristiana esencial en su forma específica de validez. Qué hay valores que no son manipulables por nadie es la verdadera garantía de nuestra libertad y de la grandeza del ser humano. Para sobrevivir, Europa, necesita una nueva aceptación, sin duda crítica y humilde, de sí misma.
Se dice que la mención de las raíces cristianas de Europa puede herir los sentimientos de muchos no cristianos. Cómo se pregunta Benedicto XVI, ¿a quién se ofendería? ¿La identidad de quién quedaría amenazada? Los musulmanes, que con frecuencia son llamados en causa, no se sienten amenazados por nuestros fundamentos morales cristianos, sino por el cinismo de una cultura secularizada que niega sus propios fundamentos. Y tampoco se ofenden nuestros ciudadanos judíos por la referencia a las raíces cristianas de Europa, en cuanto estas raíces se remontan al monte Sinaí: llevan la marca de la voz que se hizo sentir sobre el monte de Dios y nos unen en las grandes orientaciones fundamentales que el decálogo ha donado a la humanidad. Lo mismo se puede decir de la referencia a Dios: la mención a Dios no ofende a los pertenecientes a otras religiones, lo que ofende es más bien el intento de construir la comunidad humana sin Dios. El rechazo de la referencia a Dios, no es expresión de una tolerancia que quiere proteger las religiones que no son teístas y la dignidad de los ateos y de los agnósticos, sino más bien la expresión de una conciencia que quiere ver a Dios cancelado definitivamente de la vida pública de la humanidad, encerrado en el ámbito subjetivo de cultura residuales del pasado. El relativismo , que constituye el punto de partida de todo esto, se convierte en un dogmatismo que se cree con la posesión del conocimiento definitivo de la razón, y con el derecho de considerar a todo el resto únicamente como una etapa de la humanidad, en el fondo superada, y que puede relativizarse adecuadamente. Necesitamos raíces para sobrevivir y no debemos perder de vista a Dios, si queremos que la dignidad humana no desaparezca. Europa debe recuperar lo mejor de su herencia y de esa forma será muy útil a toda la humanidad. Hoy todo es política, ¿dónde esta la economía? (como dirían los italianos none, pero dirigida por “falsos” profetas. Así nos va ¿Existe aún el êthos europeo?
Agustín Villanueva Pazos
Profesor Honorífico de Economía Aplicada
de la UMH
2012 / 06/ 06
8 comentarios
Juan Blancas -
Han pasado varios dias desde tu envio "Europa
un problema ..."
Te felicito sinceramente,lo lei detenidamente y
me di cuenta que mi amigo Agustin no solo sabe
economia sino filosofia y podia ser profesor de
ética en alguna Facultad.
!!Enhorabuena !! y un abrazo.
Juan Blancas
Elena Bonet -
Salvador Martinez -
Conoces el nombre del joven del que me hablas?
Un abrazo
Salvador
Nuria Jurado -
Nuria Jurado Román RE: EUROPA UN PROBLEMA ETICO Y ESPIRITUAL, ART. A.V.mayo 2008 jueves 13:02 8 KB
Elena Bonet -
Elena Bonet Re: EUROPA UN PROBLEMA ETICO Y ESPIRITUAL, ART. A.V.mayo 2008 jueves 13:24 9 KB
Salvador Martinez -
Salvador Martinez Perez Re: EUROPA UN PROBLEMA ETICO Y ESPIRITUAL, ART. A.V.mayo 2008 jueves 13:25 13 KB
Carmen Galipienso -
jOSE aSENSI -
Abrazos,
Pepe Asensi
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