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Agustín Villanueva

        QUIENES DEBEN GOBERNAR DESPUES DE LA CATASTROFE Nacional

                          

     En el Colegio San Narciso de Marín un profesor me dijo que definiera el concepto historia. Le dije es la sucesión, sucesiva, sucedida, sucesivamente. O sea, la historia de esta Nación es casi siempre lo mismo. Somos una Nación idílica que nunca pasa nada: juego sucio contra la democracia, corrupción política, corrupción sindical, nacionalismos, deterioro educativo, no división de poderes, etc. Mala suerte para la nación atrapada todavía en un bucle pernicioso y al que aún le queda probar el estado de ingobernabilidad. PRONTO.

    El 1 de marzo 1900, nos cuenta Joaquín Costa que  se constituye la Unión Nacional, por muy poco tiempo, pero el movimiento habría de suscitar un sinfín de esperanzas e ilusiones. Era el gran  partido renovador y también revolucionario, que debía instar el cambio político. El año anterior Villaverde plantea su reforma tributaria que generaría una amplia masa de descontentos: simplemente, los que habían de pagar más. Comerciantes e industriales pequeños y medios se incorporan a la Unión Nacional que trata de influir en el Gobierno mediante distintos tipos de acciones. Entre ellas, la huelga de los contribuyentes, que, como es lógico, habría de fracasar.

    Fracasada esta experiencia, tentará Costa la vía de la Unión Republicana de Salmerón. La Patria necesita una revolución, tiene que mudar de piel, romper los moldes viejos que Europa rompió hace ya más de un siglo, sufrir una transformación honda y radical de todo su modo de ser político, social y administrativo, acomodar el tipo de organización a su estado de atraso económico e intelectual y tomarlo nada más como punto de partida, con la vista en el ideal europeo. Esa revolución implica, según Costa, y demanda de gobernantes y de gobernados estas cinco cosas: Promover el enriquecimiento del país y la baratura de la vida; Abaratar la Patria, simplificando la organización administrativa, que es demasiado complicada; pagar a las clases desvalidas y menesterosas; Afianzar la libertad de los ciudadanos y extirpando el caciquismo..

  Hace falta averiguar es quiénes deben presidir la Nación y porque camino deben llegar. Por los mismos partidos reinantes, adoctrinados por la catástrofe y arrepentidos de su conducta pasada. Por hombres y partidos nuevos que suplan la falta de preparación, de voluntad o de fortuna de los del turno y que lleguen al poder, sin necesidad de ningún movimiento de abajo, por acción reflexiva y personal del poder moderador. O por hombres y partidos nuevos también, llegados al Poder mediante una revolución adjetiva, o digamos de abajo, sea activa o pasiva.

    Hicieron quebrar a la nación, han probado que no tenían arte para rehabilitarla y se niegan a retirarse. ¡Ha llegado la hora de que volvamos por nosotros mismos, expidiéndoles la licencia absoluta, y que, si resisten, los declararemos enemigos públicos! Se ha colmado la medida de nuestro sufrimiento.

 

                                                 AGUSTIN  VILLANUEVA

                                   Profesor de Economía Aplicada de la UMH

                                                     2013 / 12 / 10 

 

2 comentarios

Gabriel Alcolea -

¡¡Que Zeus ilumine su recto proceder y pensamiento querido profesor y envée a sus hados para que tal prodigio nos ilumine...!!
¡¡Así sea!!.
Muy feliz solsticio de invierno o fiestas si así os placiera, don Agustín.

Gabriel Alcolea.

IRENE RIPOLL -

Esto es lo que me ha dicho mi chico de la editorial que has enviado:
chapeu profesor!!! chapeu!!